Sentí morirme al saber que me habían amputado las dos piernas, pero pensé en mis hijos y con la ayuda de Dios salí adelante. Hoy siento que he vuelto a nacer", confesó muy emocionado el obrero de construcción civil Luis Alberto Carrera Castro tras haber sido dado de alta del hospital Dos de Mayo, donde permaneció más de dos meses internado luego del accidente que sufrió en el derrumbe de la obra donde laboraba, en Barrios Altos.
algomás
El obrero Luis Carrera Castro agradeció también el apoyo de los médicos y enfermeras que lo atendieron cuando estuvo internado, pues nunca dejaron de darle ánimo.
Con mejor semblante pero con varios kilos menos, "Luigi" -como es llamado cariñosamente- abandonó en una silla de ruedas dicho nosocomio junto a sus padres Ramón Carrera y Juana Castro, y fue recibido en su casa del Cercado de Lima en medio de pica pica y serpentinas por sus familiares y amigos.Pero ni bien pisó su hogar, desesperado pidió ver a sus dos pequeños hijos Melanie (07) y Gian Luigi (02), a quienes abrazó y besó por varios minutos. "Hace dos meses y diez días que no los veo, todo ese tiempo estuve en el hospital, ellos son mi motor, por ellos estoy acá, por ellos sigo vivo", expresó entre lágrimas."ORE POR MIS HIJOS" Al preguntarle a Luigi por el 14 de abril, día del terrible accidente, recordó rápidamente que ese día desde el cielo Dios lo protegió. "Ese día pude morir, pero gracias a Dios algo se interpuso entre mi cabeza y un enorme bloque de concreto que se me vino encima, porque eso de hecho me destrozaba el cráneo. Afortunadamente eso no pasó", explicó.El obrero agregó que cuando estaba atrapado escuchó que le iban a amputar las piernas y lo primero que hizo fue orar por sus hijos. "Les dije a los bomberos y doctores que cuidaran a mis hijos y empecé a orar por ellos porque pensé que iba a morir allí, tenía miedo, pero más temía por ellos", relató con mucha meláncolia.
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El obrero Luis Carrera Castro agradeció también el apoyo de los médicos y enfermeras que lo atendieron cuando estuvo internado, pues nunca dejaron de darle ánimo.
Con mejor semblante pero con varios kilos menos, "Luigi" -como es llamado cariñosamente- abandonó en una silla de ruedas dicho nosocomio junto a sus padres Ramón Carrera y Juana Castro, y fue recibido en su casa del Cercado de Lima en medio de pica pica y serpentinas por sus familiares y amigos.Pero ni bien pisó su hogar, desesperado pidió ver a sus dos pequeños hijos Melanie (07) y Gian Luigi (02), a quienes abrazó y besó por varios minutos. "Hace dos meses y diez días que no los veo, todo ese tiempo estuve en el hospital, ellos son mi motor, por ellos estoy acá, por ellos sigo vivo", expresó entre lágrimas."ORE POR MIS HIJOS" Al preguntarle a Luigi por el 14 de abril, día del terrible accidente, recordó rápidamente que ese día desde el cielo Dios lo protegió. "Ese día pude morir, pero gracias a Dios algo se interpuso entre mi cabeza y un enorme bloque de concreto que se me vino encima, porque eso de hecho me destrozaba el cráneo. Afortunadamente eso no pasó", explicó.El obrero agregó que cuando estaba atrapado escuchó que le iban a amputar las piernas y lo primero que hizo fue orar por sus hijos. "Les dije a los bomberos y doctores que cuidaran a mis hijos y empecé a orar por ellos porque pensé que iba a morir allí, tenía miedo, pero más temía por ellos", relató con mucha meláncolia.
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