Nuestro
recorrido por el camposanto de los
Anitos de Barranca, abrió sus puertas desde las nueve de la mañana, los
pobladores visitaron las tumbas de sus seres queridos en el cementerio es matizada con comida, cerveza y chicha que se va
compartiendo entre los asistentes. El llanto no está ausente; pero la risa,
motivada por los buenos recuerdos, minimiza el dolor.
Como todos los años, los
nichos de nuestros familiares que se nos han adelantado, fueron adornados con
coronas, pino y manzanilla, acostumbramos encender una vela y compartir
simbólicamente con ellos que siempre estarán en nuestros corazones, dijo mi
hermano Félix Carhuachin donde acudimos a adornar la tumba de mi señor Padre,
hermano José y Tío Leoncio Herrera; demás familiares.
En el
interior del camposanto de los Anitos observamos y escuchamos la música le da
el toque especial a la fecha. huayno ,
rancheras y recordando el gusto musical
del difunto. Los mariachis, cantantes vernaculares y violinistas se confunden
entre los visitantes del lugar y del País.