Entre el año 2020 y el año 2030 desaparecerán los nevados de la Cordillera Blanca por efectos del cambio climático y el calentamiento global. Este proceso será irreversible y no sólo se derretirán los glaciares, sino también el Perú perderá definitivamente sus reservas de agua, reveló ayer el director general de Hidrología y Recursos Hídricos del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), Julio Ordóñez. «Según los estudios que hemos realizado, sólo en 25 años hemos perdido más del 30 por ciento del total de la masa de los glaciares del país. En un futuro cercano, entre los años 2020 y 2030, desaparecerá la Cordillera Blanca y sólo quedarán algunos nevados perpetuos a más de cinco mil metros sobre el nivel del mar», pronosticó. Además, informó que los pobladores que viven cerca a la Cordillera Blanca deben ser evacuados lo antes posible, porque, según dijo, en cualquier momento se podría originar el desprendimiento de más nevados, que arrasarían pueblos enteros. «Nuestras autoridades tienen que desarrollar estudios preventivos de reconocimiento de las zonas vulnerables, realizar el seguimiento permanente de los nevados a través de estaciones hidrometeorológicas y evacuar a las poblaciones aledañas a los nevados para evitar más tragedias», alertó.
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