En Barranca, un joven estudiante perdió dos dedos de su mano izquierda al estallarle un potente cohetón conocido como “matasuegra”.
El hecho ocurrió en plena celebración de la navidad, al promediar las 2.30 de la madrugada en la vivienda ubicada de la avenida Bertello lote 21 en el barrio de Jazmin.
Todo sucedió cuando Angel Gomez Tarazona (20) años, creyendose experto en manipular artefactos pirotécnicos, intentaba prender la mecha de un coheton, pero finalmente el destino le jugaría una mala pasada.
Al manipular la bombarda, ésta detonó en su mano izquierda dejándolo en estado grave; luego el pánico se apodero de sus familiares y amigos que observaban con horror cómo le colgaban los dedos de la mano en medio de abundante sangrado.
Familiares de Angel Gomez lo trasladaron de urgencia hasta el Hospital de Barranca, donde los galenos le tuvieron que amputar los dedos (medio y pulgar) de la mano derecha, por la graves lesiones que le causó el detonante.
El joven, víctima de los juegos prohibídos, fue internado en la sala de la Unidad de Cuidados Intensivos del nosocomio barranquino, constituyéndose en una nueva víctima del uso indebido de artefactos pi
El hecho ocurrió en plena celebración de la navidad, al promediar las 2.30 de la madrugada en la vivienda ubicada de la avenida Bertello lote 21 en el barrio de Jazmin.
Todo sucedió cuando Angel Gomez Tarazona (20) años, creyendose experto en manipular artefactos pirotécnicos, intentaba prender la mecha de un coheton, pero finalmente el destino le jugaría una mala pasada.
Al manipular la bombarda, ésta detonó en su mano izquierda dejándolo en estado grave; luego el pánico se apodero de sus familiares y amigos que observaban con horror cómo le colgaban los dedos de la mano en medio de abundante sangrado.
Familiares de Angel Gomez lo trasladaron de urgencia hasta el Hospital de Barranca, donde los galenos le tuvieron que amputar los dedos (medio y pulgar) de la mano derecha, por la graves lesiones que le causó el detonante.
El joven, víctima de los juegos prohibídos, fue internado en la sala de la Unidad de Cuidados Intensivos del nosocomio barranquino, constituyéndose en una nueva víctima del uso indebido de artefactos pi
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