Hoy el Minsa realizará por el Día Mundial de Lucha Contra el Sida
HISTORIA DE CASOS VERIDICO
Vidas. Dos jóvenes mujeres cuentan sus historias buscando hacer un llamado a la reflexión. En el Día Internacional de la Lucha contra el Sida hallamos a personas que enfrentan este mal luchando por una mejor calidad de vida para ellas y sus familias.
Milagros Laura S.
“Tienes VIH, eres positiva”. Fueron las palabras que cambiaron la vida de Isabel con la misma rapidez que tomó pronunciarlas. Al oírlas la joven de entonces 20 años y 6 meses de embarazo empezó a sudar frío y sus ojos se abrieron en su máxima extensión para fijarse en el vacío, mientras que en su cabeza solo se repetía la palabra muerte al ritmo de los latidos acelerados de su corazón. Al salir del trance de espanto Isabel preguntó: ¿Y mi hijo, doctor? ¿Qué va pasar con mi hijo, también se va morir?
La desesperación que despertó tan mala noticia se apaciguó cuando a Isabel le explicaron: “Se sabrá si su hijo tiene el virus en el resultado de los exámenes médicos”. A Isabel también le indicaron que debía de dar a luz por cesárea para evitar la trasmisión vertical, es decir el contagio madre-hijo.
El contagio sí se produjo
Pero lamentablemente su deseo no se cumplió, la angustia y desesperación de ocultar la verdad a su esposo, por temor al rechazo, terminaron por complicarle el embarazo y adelantar el parto.
Así nació Yamil, de forma natural, presentando problemas respiratorios y diarreas constantes, ambas afecciones eran la señal de un mal mayor. Fue a los 5 meses que a Yamil le diagnosticaron el virus.
Sin poder callar más, Isabel le contó a su pareja que ella y su hijo tenían VIH. Al principio fue duro, pero luego él terminó por comprenderlo y también se realizó la prueba de Elisa para saber si era portador. Su resultado salió negativo. Aunque no está nada seguro, pues se sabe que esta enfermedad puede ‘dormir’ dentro de nuestro organismo hasta por 10 años.
¿Quién la contagió?Isabel fue infectada por su primera pareja y padre de su primer hijo. Este pequeño, afortunadamente, no presenta el virus. Isabel y su segundo hijo reciben Tratamiento Antirretroviral de Gran Actividad (TARGA), el que logra que tengan una mejor calidad de vida.Quien comparte una historia similar es Carla. Para ella enterarse que tenía VIH/Sida fue más duro. El virus terminó por arrebatarle la vida de su primera hija, que murió a los tres meses de nacida.
Solo tenía 18 años cuando todo pasó. Y su temprana edad no le permitía entender lo que pasaba hasta que vio a sus padres, a sus abuelos y hermanos mayores llorando desconsoladamente luego de conocer la noticia. “Con esa enfermedad te vas a morir”, le dijeron y se asustó. Mientras que los comentarios discriminatorios (“esa enfermedad le da solo a las prostitutas”, “los maricones son los que se enferman con eso”) la deprimían.
Carla tuvo un único hombre en su vida: su esposo Emer, quien la contagió sin saber que era portador. Este se enteró cuando dio positivo en el examen de sangre. Él a su vez fue contagiado por su primera pareja. Todo el contagio fue a través de relaciones sexuales.
Milagros Laura S.
“Tienes VIH, eres positiva”. Fueron las palabras que cambiaron la vida de Isabel con la misma rapidez que tomó pronunciarlas. Al oírlas la joven de entonces 20 años y 6 meses de embarazo empezó a sudar frío y sus ojos se abrieron en su máxima extensión para fijarse en el vacío, mientras que en su cabeza solo se repetía la palabra muerte al ritmo de los latidos acelerados de su corazón. Al salir del trance de espanto Isabel preguntó: ¿Y mi hijo, doctor? ¿Qué va pasar con mi hijo, también se va morir?
La desesperación que despertó tan mala noticia se apaciguó cuando a Isabel le explicaron: “Se sabrá si su hijo tiene el virus en el resultado de los exámenes médicos”. A Isabel también le indicaron que debía de dar a luz por cesárea para evitar la trasmisión vertical, es decir el contagio madre-hijo.
El contagio sí se produjo
Pero lamentablemente su deseo no se cumplió, la angustia y desesperación de ocultar la verdad a su esposo, por temor al rechazo, terminaron por complicarle el embarazo y adelantar el parto.
Así nació Yamil, de forma natural, presentando problemas respiratorios y diarreas constantes, ambas afecciones eran la señal de un mal mayor. Fue a los 5 meses que a Yamil le diagnosticaron el virus.
Sin poder callar más, Isabel le contó a su pareja que ella y su hijo tenían VIH. Al principio fue duro, pero luego él terminó por comprenderlo y también se realizó la prueba de Elisa para saber si era portador. Su resultado salió negativo. Aunque no está nada seguro, pues se sabe que esta enfermedad puede ‘dormir’ dentro de nuestro organismo hasta por 10 años.
¿Quién la contagió?Isabel fue infectada por su primera pareja y padre de su primer hijo. Este pequeño, afortunadamente, no presenta el virus. Isabel y su segundo hijo reciben Tratamiento Antirretroviral de Gran Actividad (TARGA), el que logra que tengan una mejor calidad de vida.Quien comparte una historia similar es Carla. Para ella enterarse que tenía VIH/Sida fue más duro. El virus terminó por arrebatarle la vida de su primera hija, que murió a los tres meses de nacida.
Solo tenía 18 años cuando todo pasó. Y su temprana edad no le permitía entender lo que pasaba hasta que vio a sus padres, a sus abuelos y hermanos mayores llorando desconsoladamente luego de conocer la noticia. “Con esa enfermedad te vas a morir”, le dijeron y se asustó. Mientras que los comentarios discriminatorios (“esa enfermedad le da solo a las prostitutas”, “los maricones son los que se enferman con eso”) la deprimían.
Carla tuvo un único hombre en su vida: su esposo Emer, quien la contagió sin saber que era portador. Este se enteró cuando dio positivo en el examen de sangre. Él a su vez fue contagiado por su primera pareja. Todo el contagio fue a través de relaciones sexuales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario