

De acuerdo a las explicaciones ofrecidas por Obama, los servicios de inteligencia de Estados Unidos llevaban desde el mes de agosto siguiendo una pista sobre el paradero del líder de Al Qaida. Tras una serie de indicios confirmados la semana pasada, un pequeño grupo de agentes americanos ha asaltado este domingo la sospechada residencia, en la localidad paquistaní de Abbottabad. Durante la incursión en la casa valorada en más de un millón de dólares, Osama Bin Laden habría recibido al menos un disparo en la cabeza.
Con diferencia, la eliminación del líder de Al Qaida es el desenlace más cómodo y deseado por el gobierno por el gobierno de Estados Unidos. Sobre todo ante todos los enormes problemas y críticas que viene arrastrando tanto la prisión extrajudicial de Guantánamo como el sistema de juicios militares especiales contra terroristas instituido por la Administración Bush tras el 11-S.
El presidente Obama ha destacado los esfuerzos para evitar bajas civiles durante esta selectiva operación. Además de alabar "la extraordinaria valentía y capacidad" demostrada por los comandos de Estados Unidos, cuyos miembros no han sufrido ninguna baja. Según ha señalado Obama, los efectivos americanos "después de un tiroteo, mataron a Obama Bin Laden y tomaron custodia de su cadáver".
De acuerdo a los detalles facilitados por altos cargos del gobierno de Estados Unidos, la operación "de precisión quirúrgica" apenas se ha demorado cuarenta minutos. La incursión ha sido realizada con ayuda de helicópteros y efectivos especializados. Además de la muerte de Bin Laden, han perdido la vida otros tres adultos, incluido supuestamente uno de los hijos del líder de Al Qaida.
Desde abril
El complejo que ocupaba Osama Bin Laden en la zona de Abbottabad, una especie de adinerado enclave residencial a las afueras de Islamabad, contaba con dos puertas de seguridad y muros de tres metros de alto recubiertos por alambres de espino. Pero sin embargo, la mansión carecía de líneas de teléfono o servicio de Internet. Para su localización habría resultado clave el rastro de un correo de confianza utilizado por el líder de Al Qaida, quien desde su salida de Afganistán venía evitando por razones obvias el uso de medios de comunicación electrónicos.
Obama habría dado luz verde para el uso de la fuerza el pasado viernes 29 de abril. Y para no levantar sospechas, el presidente ha mantenido su rutina normal durante este fin de semana. El sábado acudió a la cena anual de los corresponsales ante la Casa Blanca, donde realizó un tradicional discurso en clave de humor. Y este domingo también jugó en compañía de amigos nueve hoyos de golf.
La operación en curso no había sido compartida con ningún país
La operación en curso no había sido compartida con ningún país aliado, ni tan si quiera con el gobierno de Pakistán para evitar filtraciones. Una vez completada con éxito, Washington sí que ha informado al gobierno de Islamabad, convertido desde el 11-S en uno de los mayores perceptores de ayuda exterior de Estados Unidos para incentivar su colaboración en la lucha contra Al Qaida. Con un presupuesto estimado en 20.000 millones de dólares.
Las tropas especiales de Estados Unidos a cargo de la incursión se han llevado el cuerpo de Bin Laden, con insistencia en que el cadáver ha sido tratado de acuerdo a los ritos funerarios musulmanes. A partir de ahora, los esfuerzos de la CIA se van a concentrar en el "número dos" de Al Qaida, el egipcio Ayman al-Zawahri.

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