Un llamado a los directores y subdirectores de los centros educativos del país a fortalecer la tutoría y garantizar que los docentes tutores la desarrollen en su hora correspondiente, formuló hoy María Teresa Ramos Flores, directora de Tutoría y Orientación Educativa del Viceministerio de Gestión Pedagógica del Ministerio de Educación.
“En las horas de libre disponibilidad que todos los colegios tienen, los docentes bien pueden desarrollar talleres de desarrollo personal, liderazgo, autoestima y valoración”, dijo.
Señaló también que los directores y sub directores pueden realizar diferentes acciones que ayuden a los estudiantes a aprovechar su tiempo libre mediante el desarrollo de capacidades que enfaticen la autoestima y el cumplimiento de objetivos personales.
Sostuvo que los maestros tutores tienen, además, la indicación de reunirse por lo menos cuatro veces al año con los padres de familia de los alumnos de su aula, al margen de la escuela de padres institucional para brindar orientación sobre cómo sus hijos están en el aula y qué pueden hacer para ayudarlos a mejorar.
“Las repercusiones de estas acciones son positivas. La idea es que el tutor resulte siendo un adulto significativo para la vida del alumno”, aseveró la funcionaria.
Ramos Flores manifestó que esta orientación a los padres de familia mejora el rendimiento académico de los alumnos, tal como refleja un estudio nacional sobre consumo de drogas en estudiantes presentado por la Comisión para una vida sin drogas (Devida) el año pasado.
Refirió que en esa investigación se determinó que en los colegios donde se hace tutoría y el profesor tutor desarrolla una labor de acercamiento al estudiante para conocer sus necesidades, el alumno tiene menos tendencia a caer en conductas de riesgo.
En ese sentido, destacó que Devida recomendó al Ministerio de Educación fortalecer la tutoría y orientación educativa como acción pedagógica para lograr que los alumnos puedan ser mejor formados y orientados.
Encuentro
Ramos Flores inauguró el Segundo Intercambio Nacional de Experiencias Exitosas en Tutoría y Orientación Educativa en el auditorio de la Institución Educativa Alfonso Ugarte en el distrito limeño de San Isidro, con la participación de más de 430 docentes tutores de diferentes partes del país.
“Lo que queremos con este encuentro es lograr que los tutores puedan conocer qué hacen en las escuelas. Esto resulta siendo una labor motivadora, porque se dan cuenta de que el trabajo de la tutoría, que para muchos docentes se les hace difícil porque tienen una carga laboral muy fuerte, se muestra que sí se puede hacer”, indicó.
Sostuvo que la tutoría atiende a los chicos en sus necesidades socioafectivas, así como en sus problemas familiares y personales que impiden que aprendan.
“Un niño que tiene problemas familiares, que tiene maltrato en la familia, donde hay una serie de situaciones que lo afectan, no va a poder concentrarse ni aprender”, dijo.
Por consiguiente, sostuvo que los profesores han concluido que si no se atienden estos temas, ni se trabaja con los padres, y si ellos no vienen a la escuela para que aprendan también a relacionarse con sus hijos, a apoyarlos en las tareas o a hacer un conjunto de acciones, puede resultar muy difícil que los estudiantes aprendan.
“Las zonas de violencia están ligadas a las zonas andinas donde hay todavía pautas de crianza cultural que hace que el padre no sea afectuoso con los niños”, dijo.
Indicó que en opinión de los maestros el primer problema que tienen los estudiantes es la violencia familiar, problema que viene de la familia y que el niño traslada al colegio y ello afecta su aprendizaje.
“Para nosotros la tarea de la escuela es lograr que la familia se acerque a ella para que ahí los padres puedan aprender algo que quizás nunca se le enseñó: a ser un mejor padre y madre”, subrayó.
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